Si nos ceñimos a la definición científica, el glutamato monosódico se define como la sal de sodio del ácido glutámico. Contiene 78% de ácido glutámico libre, un 21% de sodio y un 1% de contaminantes, y se obtiene a través de un proceso de fermentación de la caña de azúcar o algunos cereales. Pero a la mayoría, os sonará por ser un conocido aditivo alimentario y en las etiquetas de los alimentos, es fácil encontrarlo bajo diferentes denominaciones: E-621, GMS, sal china, ajinomoto o umami (en japonés significa “gusto sabroso”), entre otros. Como aditivo, su función es la de mejorar el sabor de muchos de los alimentos que consumimos habitualmente pero, ¿sabemos cuáles son esos alimentos? Y más importante todavía, ¿conocemos los posibles efectos secundarios de un consumo abusivo de esta sustancia? A continuación, os desvelo lo que necesitáis saber del GMS.
¿Dónde lo encontramos?
En 1968, surgió una fuerte polémica acerca del GMS cuando el Dr. Robert Ho Man Kwok, relacionara la aparición de determinados síntomas en algunos pacientes, con el consumo de comida china. Si bien el glutamato monosódico es un aditivo alimentario utilizado frecuentemente en la comida asiática, su uso se extiende también a la industria alimentaria en general y por ello, los numerosos estudios científicos realizados, no han podido establecer una relación entre la aparición de esos síntomas y el consumo de comida china.
Os dejo una lista de los alimentos con mayores cantidades de GMS:
- Snacks
- Salsas
- Carnes procesadas y ahumadas
- Embutidos
- Aderezos y enlatados
- Sopas y congelados
Lo que se consigue con el GMS, es potenciar el sabor de los alimentos procesados y congelados, y camuflar el sabor metálico que tienen los alimentos enlatados.
Según el estudio de seguridad llevado a cabo por la American Society for Nutritional Sciences, se considera seguro un consumo de hasta 16.000mg de GMS por kg de peso corporal diario. El estudio afirma también, que puede haber una población más sensible y que por tanto, los efectos secundarios derivados de su consumo, se darían principalmente en grupos de población sensibles a este aditivo en concreto, o a los aditivos en general. Concluye además que, consumido en cantidades seguras, no supone un peligro para la salud humana y que no se pueden confirmar efectos tóxicos o cancerígenos. Se descartan a su vez, efectos sobre la salud reproductiva o que incluso pudiese atravesar la barrera placentaria.
Veamos pues, algunos de los efectos secundarios que podrían darse ante un consumo elevado de GMS:
- Dolores de cabeza y mareos
- Náuseas y vómitos
- Migrañas
- Alergias
- Debilidad muscular
- Sudoración excesiva
- Problemas cardíacos o ataques epilépticos (casos más graves)
¿Qué relación existe entre la el GMS y la obesidad?
¿Alguna vez os habéis preguntado, porqué con algunos alimentos tenéis la sensación de que cuando los pruebas, no puedes dejar de comerlos? Suele pasarnos con la “comida basura” y menos nutritiva, ¿verdad? Pues bien, parte de culpa la tiene el poder adictivo del GMS. La explicación científica, según algunos estudios realizados en roedores, es que el glutamato monosódico, disminuye la cantidad de leptina producida en nuestro cerebro. Esta hormona, es la encargada de controlar nuestro apetito y por tanto, nuestro peso corporal y cuando su nivel es bajo, lo que nos ocurre es que tenemos un apetito voraz, que nos lleva a consumir alimentos poco nutritivos y altos en grasas y calorías, lo que va a favorecer la aparición de problemas de sobrepeso y obesidad.
¿Cuál es mi consejo?
Como os comentaba, la comida basura y productos procesados en general, poseen grasas nocivas, un alto poder calórico y un escaso valor nutritivo, además de los aditivos alimentarios como el GMS. Mi consejo por tanto, además de leer atentamente las etiquetas de los productos que compramos, es intentar siempre consumir productos frescos y naturales, dejando los productos procesados para ocasiones especiales. Si el sabor de algunos de estos alimentos os resulta poco atractivo, debéis optar por las especias y hierbas aromáticas para potenciar su sabor, y conseguiréis platos muy sabrosos sin renunciar al valor nutritivo.
Hasta aquí el “healthy post” de hoy. Espero que os haya resultado interesante y como siempre, muchas gracias por leerme. ¡Mil besos!
4 comentarios en “¿QUÉ SABEMOS SOBRE EL GLUTAMATO MONOSÓDICO?”
Un post muy interesante 😉
http://www.atrendylifestyle.com/2017/04/te-echare-de-menos-papa.html
Gracias guapa! Besitos
Muy interesante! Gracias por compartirlo
http://iameleine.blogspot.com/
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Gracias guapa